En nuestra casa humilde
Tus palabras oí
Que tuviese cuidado
Y no sufriese
Con las cosas de este mundo
Que yo fuese un buen chico
Que trabajase mucho
Que al nombre de mi padre
Hiciese honor y nunca fuese un vagabundo
Aún no era día
Cuando tu me decías
“Diós te bendiga y guarde y se mantenga
Siempre en tu compañía”
Y te miré a los ojos
La mano te besé
Te dije amén y en un abrazo te hice oir
Latir mi corazón
Vida mía, vida mía
Mi padre junto a mí
Me acuerdo su emoción
Veía que las lágrimas mojaban
Mi chaqueta de algodón
Y todo mi equipaje
En aquella estación
Era de amor coraje
Mi fe, mi guitarra y su bendición
Y en la gran cuidad
Tristeza y alegría
Una nostalgia inmensa
Y la soledad que aún no conocía
Y el tiempo fue pasando
Y entonces compredí
Cada palabra tuya
En la mañana de aquél día en que partí
Vida mía, vida mía
Vida mía, vida mía
Llegó la primavera
Las flores del jardín
Llenaban de perfume
Aquéllas dulces cartas
Que llegaban de tí
Y hoy entre sonrrisas
Podemos recordar
Y siempre que me acuerdo
La emoción me da deseos de llorar
Vida mía, vida mía
Vida mía, vida mía
Recordaciones