06 DE MAYO DE 2019
El público adulto vibró, se emocionó, cantó y hasta bailó el sábado último en el remozado Arena de la Secretaría Nacional de Deportes, durante el concierto del brasileño Roberto Carlos (78), quien, a pesar de tener disminuida su energía, a sus 55 años de trayectoria artística sigue seduciendo.
El concierto, que se inició con retraso por la inclemencia del tiempo, ofreció dos horas de cálida interacción con el artista, que demostró soltura y profesionalismo, confianza en escena y, sobre todo, mucho respeto y cariño hacia el multitudinario público que llenó todos los sectores del lugar.
Eufóricos momentos se sintieron con canciones como Propuesta, Ese tipo soy yo, Amigo, Esa mujer, Desahogo, Lady Laura, Jesús Cristo, Un gato en la oscuridad. El show tuvo lugar en el marco de su gira internacional Amor sin límites.
La calidez del artista se sintió en las palabras al público en breves introducciones de algunas canciones, cuando presentó a sus músicos y, sobre todo, cerca del final del concierto, cuando se acercó al borde del escenario y entregó rosas blancas a las mujeres que se animaron a demostrar su efervescencia hacia él.
Los bises vinieron de la mano de canciones reconocidas ampliamente por los seguidores: Amada amante, Un millón de amigos y Solamente una vez. El show finalizó a la medianoche y quedó en el corazón de los fans satisfechos, que lastimosamente luego tuvieron que enfrentar más de una hora de embotellamiento para salir del predio, situación que los organizadores deberían mejorar para futuras propuestas, y el público tener conocimiento previo de este inconveniente.